Oh Santísima Trinidad,
Omnipotencia infinita.
Te adoro, te amo y te suplico,
si es conforme a Tu voluntad,
te dignes glorificar a tu Sierva Victorine Le Dieu,
intrépida apóstol de reparación
y de reconciliación.
Ella, atraída por tu Amor infinito
que se hace don para nosotros en la Eucaristía,
consagró toda su vida
para colaborar con Cristo, “Único Reparador”
en la obra de la redención
y llevar a todos los hombres a la unidad de la Trinidad.
Por sus méritos y por su intercesión
acoge, oh Dios, mi súplica y concédeme la gracia
que fervientemente te pido…
Escúchame, oh Padre,
fuente de toda santidad,
por Jesucristo, nuestro Redentor
que contigo y con el Espíritu Santo
vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.