En el interior de Colombia, no muy lejos de Medellín, muchas personas viven en zonas intransitables y a veces inaccesibles, “lejos del mundo” e incluso lejos de Dios.
Cada año las hermanas de Medellín forman grupos para anunciar el evangelio, y parten en misión para llevar a todos la Palabra de salvación.
Con ellos organizan tiempos de oración, catequesis, encuentros con los niños, los jóvenes y los adultos, celebraciones, lugares para escuchar la Palabra, procesiones… La gente está muy contenta y participa con gusto a las iniciativas que les ofrecen y todos esperan con ansia y alegría que estos misioneros vuelvan de nuevo entre ellos.